
OTHNIEL RUIZ
Al día de hoy en odontología se han logrado importantes avances en los tratamientos y materiales dentales con el fin de lograr preservar la vida útil de los órganos dentarios y así mantener un perfecto funcionamiento del aparato estomatognático y una correcta salud de las personas; sin embargo, la pérdida de órganos dentarios no se ve disminuida, a pesar de los avances en las soluciones y cuidados de la salud dental.
Enfermedad periodontal severa, lesiones cariosas extensas o en zonas irreparables, falta de disposición a invertir en la reparación, descontinuidad en el proceso de los tratamientos, entre otros, son las razones por las que los pacientes terminan perdiendo uno o más órganos dentarios y que, con el tiempo, surgen otro tipo de problemas en la salud estomatognática y general. La cuestión estética suele ser la más preocupante para los pacientes, sobre todo si se trata de perder un órgano dental que abarca la sonrisa; después, la función masticatoria, sobre todo en pacientes que ya han perdido más órganos dentarios, ya que comienzan a aparecer problemas de oclusión, movimientos en órganos dentarios contiguos, daño en las articulaciones temporomandibulares, entre otros.
Una de las primicias de la odontología es hacer perseverar un órgano dentario en cavidad oral para cumplir sus funciones principalmente fisiológicas, lo cual se convierte en una tarea difícil conforme los daños van aumentando y no existe otra solución más que la extracción o pérdida del órgano dental. La ausencia de uno o más dientes del aparato masticatorio trae como consecuencia cambios o problemas que van aumentando de manera lenta y progresiva, esto se debe a que las consecuencias de extraer órganos dentales no genera ningún malestar o no se asocia a la pérdida de dientes, como es el caso del daño a la articulación temporomandibular.
La masticación es un proceso que se ve afectada luego de alterar la oclusión por la remoción de algún órgano dentario y, cuando las pérdidas son por varios, esto llega a perjudicar la salud en general debido a que se altera el proceso de la digestión, ya que los alimentos que no son debidamente masticados en la boca, se vuelven más difícil de digerir y causan problemas estomacales como inflamación, estreñimiento, úlceras, etc. Así mismo, reemplazar uno o más órganos dentarios también puede ser un verdadero reto para el profesional odontólogo, pues el hueso donde debería existir un diente, tiende a cambiar de forma y se reduce la capacidad de soporte para una posible prótesis.
Existen órganos dentarios que deben ser retirados de la cavidad oral por razones de prevención o cuidado de la salud; sin embargo, retirar un diente que cumple funciones dentro del aparato estomatognático como la masticación, es probable que tenga efectos adversos que con el tiempo podemos darnos cuenta, un claro ejemplo está en las personas mayores que han perdido la totalidad de sus órganos dentarios, como les cambia la posición de la mandíbula, el rostro y es común que pasen por problemas digestivos, todo esto por la desaparición del sistema masticatorio. Es importante mencionar que la higiene y la prevención son puntos clave para mantener y preservar la salud y funcionalidad de los dientes, y no olvidar las visitas cotidianas al profesional dentista.