DANIELA ALBARRÁN
Hace poco leí un hilo en X donde se debatía si es necesario publicar los diarios de escritoras. Sé que muchos estuvieron en desacuerdo, argumentando que los diarios no se consideran literatura y que su publicación es innecesaria. Sin embargo, no quiero entrar en la discusión sobre si los diarios son o no literatura, porque me parece un debate decimonónico y sin sentido. Lo que me resulta más interesante es reflexionar sobre el valor del diario y las diferentes formas de autobiografía, especialmente ahora que he terminado de leer La escritura como un cuchillo de Annie Ernaux.
Ernaux explora la escritura autobiográfica, estableciendo un vínculo entre la vida personal y la creación literaria. A modo de entrvista escrita, Ernaux traza la delgada línea que separa el diario íntimo de la escritura pública, y destaca cómo ambos formatos, aunque diferentes, son igualmente cruciales en su proceso creativo.
Para Ernaux, el diario íntimo es un «lugar de goce», un espacio donde puede disfrutar de la escritura en su estado más puro y personal. En cambio, sus textos destinados a la publicación son un «espacio de transformación», donde la realidad se transfigura a través del lenguaje. Esta dicotomía entre el placer privado del diario y la necesidad de transformar la realidad en lo público es central en su obra.
Desde 1982, Ernaux ha mantenido un «diario de escritura», donde registra sus dudas y problemas al escribir. A diferencia del diario íntimo, éste es más técnico y reflexivo, centrado en las dificultades propias de la creación literaria. Ernaux percibe estos dos diarios como una oposición entre «lo público y lo privado, entre literatura y vida», utilizando la escritura como un medio para moverse entre ambos mundos.
No hay que olvidar que Ernaux veía la literatura como sinónimo de novela, y esto es importante porque me parece que es una visión que muchos de nosotros en algún momento pensamos. La literatura es sólo el género narrativo-ficcional, y creo que ese pensamiento nos ha hecho mucho daño como lectorxs.
También me gustaría poner sobre la mesa el título de este libro con el libro de ensayos de Luna Miguel: Leer mata, porque me parece que ambos van en un mismo sentido. El cuestionamiento de la autobiografia, pero también lo que nos provoca la literatura a nosotros lxs lectores. Porque es un tema que yo he traído mucho tiempo en la cabeza, no sé si leer mata, o si la escritura puede ser un cuchillo, lo que sí sé es que a veces leemos algo que ajá, nos puede entrar como una daga, y después de eso, de ese sentimiento de que se te parta en dos el alma, ya no hay regreso.
“Yo diría que el diario íntimo me parece el lugar del goce, y los otros textos son el espacio de la transformación. Tengo más necesidad de transformar que de gozar.”
“Así, al lado de los cuadernos del diario íntimo, escribo, desde 1982, un diario de escritura, hecho de dudas, de problemas que me encuentro al escribir, redactado en diagonal, con elipses y abreviaciones). “En mi cabeza, estos dos modos de escritura constituyen, de alguna manera, una oposición entre lo público y lo privado, entre literatura y vida, entre totalidad e inclusión.
“Yo por novela entendía literatura. La Literatura, para mí, en ese momento, se halla representada sólo por la novela y esta supone una transfiguración de la realidad, es decir, de hacer literatura.
“Y la escritura clínica que utilizo yo es parte integrante de esa búsqueda. La siento como una navaja, como un cuchillo, prácticamente el arma que necesito.”