ADSO E. GUTIÉRREZ ESPINOZA
Las razones por las que considero que la saga Scream, incluso su serie antológica producida por MTV y Wes Craven, es una serie de lecciones satíricas sobre el cine en particular sobre el cine de terror y slasher. Esto a partir de varios puntos, intentando condensar lo mejor posible.
1. Quiero considerar tres bloques: el primero ubicado en las primeras tres películas, la segunda en la serie y la tercera en la quinta parte —la cuarta película es un puente—. El primer bloque constituye la creación de todo un mito, Ghostface, que surgió como un espíritu de venganza y retribución, ante acciones hechas por unos personajes contra los portadores de la máscara. Sin embargo, tengo mis reservas en la tercera película, porque se vuelve un ligamento paródico del propio mito y la saga ficticia de películas en Scream, que adaptó a la ficción los asesinatos de Woodsboro y Windsor College: Stab (Puñalada).
Los asesinos de la primera y segunda entregas quieren vengarse de uno o varios personajes y, como si fueran parte de la mafia italiana, arrasan también con quienes están cerca de esos blancos. Estas entregas son una venganza familiar, con sus distintas tonalidades y perspectivas, un tipo de ataque contra una o dos familias, debido a las infidelidades de Neil Prescott, padre de Sidney.
Mientras que la segunda parte una madre busca venganza, en la tercera parte, el asesino, Roman Bridger, director de la tercera entrega de Puñalada, quiere vengarse de su hermanastra, Sidney. Entonces, pues, el tema central es la familia y la venganza, en donde hay daños colaterales.
2. El mito de Ghostface se nutre de leyendas del cine de terror estadounidense, en específico las venidas del slasher. Su máscara, que recuerda a la pintura de El grito, pretende insistir en el dolor humano, no estoy seguro si por la pérdida y la recuperación o una simple ansiedad asesina, así como la necesidad de “curar” a partir del asesinato. Una suerte de veneno que actúa para matar de manera eficiente ese dolor. Hablar de venganza y de dolor implica abordar temas éticos y morales, que no estaría mal discutir, pero se necesita de mayor espacio.
Los asesinos portan una especie de hábito negro y desgarrado, que recuerda a la usada por los monjes. Con lo anterior, vemos que Ghostface se acerca, poco a poco, a un discurso religioso-conservador, propio del cine clásico slasher. Se pretende bloquear la liberación sexual de los jóvenes protagonistas, aunque en algunas películas el asesinato funciona como un discurso satírico y burlesco para ironizar sobre este tema —sabemos que en un punto la sexualidad es adherente al ser humano, pero los hechos de bloquearla con el asesinato, de la culpa y de la vergüenza sobre los cambios del cuerpo provocan que se mantenga el estereotipo de ver de manera inmoral actos naturales y obvios.
Además, la chica virgen y pura suele coincidir con la Reina del grito, y es, si no la única, una de las sobrevivientes. Vemos en Sidney una jovencita que duda en ejercer su sexualidad con su novio y cuando lo hace, lo realiza de manera plena, aunque se arrepiente. En Scream, la sexualidad es evidente, porque quienes lo ejercen de manera libre son también víctimas de los enmascarados. La película parece decirnos que es malo tener sexo y la retribución es la muerte, pero no es así, porque realmente en el primer bloque se construye el mito y se aborda fuentes cinematográficas y su giro es la burla: asesinar a quienes ejercen su sexualidad es un absurdo, porque es lo más natural y si matas a unas, a quienes tildas de promiscuas, saldrán otras que ocuparán su lugar, y además, el primer bloque intenta mostrar a la sexualidad como el primer paso a la vida adulta y su bloqueó es totalmente absurdo. En otras palabras, Scream ironiza este tópico del cine slasher y lo presenta como un hecho natural y común, aunque no aborda de manera directa la promiscuidad, quizás por desinterés.
3. Los padres de familia parecen estar ausentes en toda la saga, por distintos motivos, y en la segunda, la madre vengativa, quiere retribuir su abandono a partir de vengar el nombre del hijo. Vengar al hijo no es un tópico reciente, más bien se retoma de otras piezas y la más obvia es Friday the 13th —esta película cuenta cómo Pamela Voorhees asesina a los monitores que descuidaron a su hijo Jason, quien murió en el lago Cristal—. Los padres están ausentes, Neil Sidney está secuestrado, los padres de los jóvenes no aparecen y quienes lo hacen no creen mucho en la palabra del hijo.
A ver, se tiene lo siguiente: la ausencia de padres y la ignorancia a los hijos y a su palabra. Esto me recuerda muchas veces a las ocasiones en que los padres no siempre consideran al niño. Si se dan cuenta, Scream plantea el tópico de la ausencia del padre, aunque también lo vuelve como una de las motivaciones: Roman quiere venganza, porque no fue escuchado por su padre y ve en Sidney su competencia y objeto de venganza; la pareja de asesinos en la uno plantea un caso similar, aunque su objeto se enfoca en toda la familia de Sidney. Pero ¿por qué no creer en la palabra del hijo?, ¿por qué no escucharlos cuando tienen algo qué decir?, ¿el tema ahí es la falta de comunicación?
4. ¿Quiénes son Sidney y Gale? Mujeres, que buscan sobrevivir y mantenerse al pie, aunque su construcción como personajes es más interesantes. Sidney es víctima de las acciones de sus padres, principalmente del padre, y no le queda de otra que sobrevivir para después recuperarse y construirse. El tópico de la mujer en peligro y la reina del grito se cumplen: no es la víctima, sino la sobrevivente que aprende a valerse por sí misma y protegerse (un cuidado de sí misma). Aunque en el primer bloque, se nos dice poco de cómo sobrevivió ante las distintas matanzas. Gale, por otro lado, es lo opuesto: siempre actuó a partir de sus convicciones, si debía sobrevivir, debía actuar para llegar al objetivo. Alcanzó la fama como escritora y periodista, aunque se llevara a sus amigos y aliados entre las patas, los cuales criticaron esa actitud, aunque ella logró la redención. Lo vemos en el primer bloque y se extiende al tercero.
5. Los varones de la película parecen ser un tanto torpes, incluso los propios asesinos que cometen errores. Estos fallos se evidencian más en la cuarta y la quinta entregas. Los varones parecen haber sido transformados, del héroe taimado y carente de errores a la víctima y en ciertos modos afeminado. Acá, se ve una transformación, un cambio de valores propios de la sátira: el mundo al revés —mientras las mujeres se vuelven fuertes, los varones parecen ser débiles y estúpidos. El policía es un ejemplo, más que ser héroe es víctima de sus circunstancias y las acciones son consecuencias de no saber actuar conforme a la marcha.
6. Las víctimas cumplen un rol, aunque sea circunstancial o contextual, aunque no nos demos cuenta en su momento. Cuando los primeros asesinos matan, obedecen a una venganza y una réplica contra los padres y la sociedad, aunque la chica de las cervezas, por más circunstancial que fuese, obedece a que su muerte es un motivo para anunciar el miedo y sentirse inseguros, incluso en la propia casa. La muerte de esta mujer también es un pretexto para mostrar una cierta estética de la muerte, por muy feo que pudiera resultar, porque es un reto a la ética y la moral. Aunque también tiene un rasgo real: las invasiones a las casas y todas estas películas de horror que hablan sobre el tema. La muerte de la chica de la cerveza en la primera entrega es igual al asesinato de Drew Barrymore (que estaba contemplada como la protagonista, pero quiso ser una de las víctimas, por pura diversión): nadie está exento de ser asesinado en esta saga, incluso en el propio hogar.
Imagen:https://www.espinof.com/listas/mejor-orden-para-ver-saga-scream-no-perderse-cuchillada