Alberto Avendaño
Hace algunos días se anunció el Premio Nobel de Literatura 2023: Jon Fosse (Haugesund, 1959), a quien la academia sueca le concedió el galardón “por sus innovadoras obras de teatro y su prosa que le da voz a lo indecible”. El noruego también es poeta, y Círculo de poesía nos presentó un breve acercamiento a su lírica en traducción de Roberto Amézquita —de quien ya he leído buenas traducciones de Celan—. Son dos poemas: “(barco en la oscuridad)” y “Una persona está aquí”. Después de leer la traducción pienso en las dificultades de acercar a un autor de manera apresurada y desde una lengua tan remota, sé lo que implica llevar una traducción rápida, un tiempo hice una entrega quincenal de versiones de Cecco Angiolieri (1260-¿1312?) en El Guardatextos y créanme, no es una buena idea traducir a las carreras. Aun sabiendo esto y, comprendiendo que la traducción es una combinación de traición y reinvención, el primer poema me parece bueno, aunque no sorprendente, me gusta el ritmo de Amézquita, el fondo es una reescritura zen ya algo trillada, pero tiene ese toque de oscuridad que logra convencerme. El segundo poema me es menos grato rítmicamente, de igual manera que en contenido, me parece una mezcla entre Simic y Borges, pero con un pequeño toque zen, de igual manera que el anterior.
Posiblemente el autor tenga influencia de la poesía de Becket, como de la poesía polaca de finales de siglo, pienso en Zbigniew Herbert y también en que así son los europeos, una combinación de cosas que suenan profundas, pero acaban siendo tan vacías como todo en esta vida después de repetirse tanto.
El Premio Nobel de Literatura a veces nos da sorpresas muy gratas, esperemos sea el caso de este autor totalmente desconocido en nuestra lengua. Me gustaría que la traducción de su poesía la llevara a cabo el mismo poeta que tradujo el primer acercamiento, pues sus traducciones de Celan me dejan muy satisfecho. Sobre su contenido, a pesar de que me suena tan repetitivo como una canción de black metal, quiero ahondar más en él con la ilusión de reconocerme en uno de sus ecos negros.