
JIMENA CERÓN
Como socióloga, uno de los métodos que más me gustan y en las que más he profesionalizado mi investigación es la entrevista, ya sea estructurada o no, e inclusive semiestructurada, es importante tener en cuenta que no es suficiente con una aplicación de las preguntas del tipo que éstas sean, sino que además es necesario complementar con una o varias técnicas que faciliten la comprensión de éstas y, por ende, se garantice la calidad de la información obtenida.
Es importante no confundir el sondeo como método, pues éste primero se refiere a un medio de obtención de información cuyas características son: el ser breve, simple y general, a diferencia de la entrevista, la cual nos puede ayudar a obtener información más especialidad y con un enfoque más profundo. Es así que el enfoque en segundo término, es decir como técnica, es la que me interesa exponer, pues si nos remitimos a su significado en el Diccionario de la Real Lengua Española entenderemos que se trata de “hacer las primeras averiguaciones sobre alguien o algo”, lo cual sugiere que es una premisa para la obtención de algo más complejo.
Siendo así ¿cómo se puede emplear el sondeo como técnica dentro de la entrevista como método? Decía ya en el primer párrafo que es importante como investigador tener en claro que la entrevista por sí sola no es suficiente, aun cuando su estructura cumpla en función de las necesidades de investigación. Ya que si el método no es empleado de manera oportuna con la impartición de técnicas diversas, se vuelve un instrumento vacío que bien puede emplearse como un mero formulario.
Recalcando esto, es importante que se tenga en claro el objetivo no sólo de la entrevista en general, sino de cada una de las preguntas, lo cual se puede desarrollar de manera muy sencilla al responder preguntas claves, simples y directas “qué, cómo, cuándo y dónde”, acompañadas o, mejor dicho, ligadas a connotaciones “para, por, debido” para así garantizar que la información de nuestro informante responde realmente al objetivo de la pregunta y qué clasificación (cuando se trata de preguntas cerradas) o la respuesta textual cumplen con las características para considerarse apta para ser analizada.
De no ser así, es posible que sólo estemos realizando preguntas vacías donde el informante no entiende y no proporciona lo necesario. Aunque bien, no es necesario realizarlo en todas y cada una de las preguntas, sólo en aquellas donde la ambigüedad de pauta a significaciones diversas, las cuales pueden estar preestipuladas desde la creación del instrumento o se visualizan en función del informante y/o investigador.
Termino no sin antes recordar que la mayéutica es el método socrático en el cual el maestro, por medio de cuestionamientos, propicia que el discípulo descubra el conocimiento en él latente, es decir queremos saber sobre algo ya existente en el individuo y de lo cual tiene completo conocimiento, es sólo nuestra responsabilidad como investigadores sondear la realidad.
Adiós.