GIBRÁN ALVARADO
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Cierro el mes de abril, dedicado a Sofia Coppola con una divertida extrañeza porque su filmografía, quizá esto sea totalmente normal, me pareció desigual. Vírgenes suicidas me pareció una buena apuesta, toca temas relevantes de la juventud y pone sobre la mesa una crítica interesante; Perdidos en Tokio me pareció el filme más logrado (de los que comenté durante este mes) porque adereza las peripecias amorosas de las dos parejas con un cierre que, aunque quizá predecible, deja un buen sabor de boca.
No me entusiasmaron en demasía las películas de Sofia, debo confesarlo, pero parte de la finalidad de esta columna es explorar. Entonces, ¿por qué esa divertida extrañeza? Porque vi The Bling Ring (2013) y esta película me hizo reflexionar la fugacidad brutal de los tiempos modernos, once años nos separan del estreno y pareciera que han pasado más décadas, todo el entramado me pareció tan arcaico, lejano, pero a la vez tan cercano, los hábitos, las prendas, los objetos tecnológicos y, lo más relevante, las formas de actuar, pensar y seguir determinados patrones.
Hoy me parece interesante dialogar con amigos (más jóvenes que yo) sobre los hábitos en las redes sociales de los adolescentes, ¿por qué no tienen fotografías en sus redes, por qué tapan sus rostros, por qué ya no usan Facebook? Hace algunas semanas una prima puso sobre la mesa un término desconocido para mí, “la pausa millennial”… “envejecemos tan rápido”… Las redes sociales, en tan poco tiempo, han cambiado brutalmente. En la película pareciera que las grandiosas celebridades como Paris Hilton y Lindsay Lohan ya están en retiro, ¿quién de los adolescentes las conoce? Nadie…
En fin, más allá de la nostalgia primigenia ante la trama, esta película nos muestra la búsqueda de la superficialidad americana, la cual ya se ha extendido a todo el orbe, muestra esa obsesión por “la fama”, por querer ser, por lo viral, ahí está parte de la génesis de los influencers, ¿qué hacen, a qué se dedican, su trabajo es tomarse fotografías en los lugares de moda, beber, comprar productos de marca y lucirlos?
The Bling Ring está basada en hechos reales, un grupo de adolescentes acusados por allanamiento de morada, por haber sustraído una gran cantidad de objetos de lujo en Los Ángeles. El artículo se publicó en la revista Vanity Fair en marzo de 2010, al final del texto comparto la liga para quien esté interesado. Esta película que sigue las temáticas de la directora, usa como elemento central un acontecimiento relevante sólo para cierto público, muestra un entorno específico pero considero que le falta ir más allá, muestra pero no indaga, sea el espectador quien juzgue.
Liga al artículo que inspiró la película: https://archive.vanityfair.com/article/share/e9cc0cc3-dbf1-4fab-8367-5fc7c05608e6