CAROLINA DÍAZ FLORES
Si se consideran las guías de práctica clínica o los criterios diagnósticos de diferentes autoridades en salud, se pueden encontrar diversos tipos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA); sin embargo, este artículo se enfocará en abordar los tres más frecuentes, desde la muy conocida anorexia nerviosa y bulimia nerviosa hasta otro menos conocido (pero MUY frecuente), el trastorno por atracón. Aunque hay pautas en común, sobre todo en el tratamiento psicológico, cada uno de ellos demanda diferentes abordajes y conductas a seguir.
Anorexia nerviosa: su principal característica es que la persona restringe voluntariamente la ingesta de alimentos, aún cuando percibe hambre o malestar por el ayuno, de manera intencional limita sus alimentos. Lo habitual es que exista preocupación obsesiva por su aspecto y corporalidad, es habitual que el peso se vigile de manera obstinada.
Bulimia nerviosa: se define por ingesta baja, normal o excesiva de alimentos, seguida de comportamientos que buscan compensar, como recurrir al vómito o utilizar laxantes de manera intensa.
Trastorno por atracón: su característica principal es que la persona consume grandes cantidades de alimento, seguido de emociones de falta de control y culpa.
Habitualmente, los TCA no se presentan de manera aislada, sino que coexisten, tanto con padecimientos de salud mental como con otros TCA, por ejemplo, es común que una persona después de un atracón, recurra a producirse el vómito. O una persona con anorexia nerviosa, presente episodios de atracones después de un tiempo de ayuno. Incluso es común que se presenten los tres trastornos de forma simultánea. Además, es importante mencionar, que las personas que sufren un TCA, no necesariamente son delgadas o con bajo peso (salvo en los casos extremos y/o crónicos), en un gran número de casos estos pacientes tienen sobrepeso o incluso obesidad.
Sin Estigmas
Es falso que los TCA afecten sólo a mujeres en edad de adolescencia o adulta joven, éstos se presentan independientemente de edad, raza, género y contextos socioeconómicos. De hecho, desde hace un par de décadas los hombres tienen cifras muy similares a las mujeres y en algunas regiones del mundo, llega a ser superior en varones.
Otro dato importante es que la anorexia es la enfermedad psiquiátrica con mayor mortalidad, donde hasta el 10% de las personas que la padecen terminan por fallecer. De aquí la importancia de atender de manera integral y humana, sin estigmatizar o hacer suposiciones sobre quien lo padece.
Factores de riesgo
Los factores que predisponen a presentar un TCA son principalmente biológicos, como desequilibrios químicos o disfunciones cerebrales; además, en las causas psicosociales destaca la presión sobre una estética corporal definida (y en ocasiones poco saludables), el estigma del sobrepeso y obesidad, hasta situaciones emocionales de trauma.
Diagnóstico y tratamiento
Se requieren tres condiciones para el abordaje exitoso de estos trastornos:
1ero: una evaluación por profesionales, tanto médicos como psicólogos, preferentemente que se encuentren en comunicación.
Lo que nos lleva al 2do punto: trabajo multidisciplinar por especialistas en medicina, nutrición y salud mental.
Y por último, el 3er punto: seguimiento y apoyo continuo, donde se debe incluir desde educación en escuelas, promoción del apoyo familiar hasta la concientización de la población en general.
Para abordar de manera exitosa los TCA es necesario que las políticas en salud, las escuelas (y todo centro educativo), así como la población, sea sensible a estos padecimientos, relacionándose con quien los padece sin prejuicios o información errónea, sino desde la empatía y comprensión que cualquier enfermedad demanda.