Othniel Ruiz
Una de las causas para acudir de emergencia a consulta odontológica es un traumatismo dentario, el cual puede ser desde una simple fisura o fractura de esmalte hasta fracturas completas e, incluso, la avulsión del órgano dentario (desalojo del diente del lugar de inserción).
Existe una clasificación en el medio odontológico para diferenciar y diagnosticar los diferentes tipos de traumatismos dentales, de los cuales nos enfocaremos en mencionar dos tipos de suma importancia, que son: fractura con exposición pulpar (a nivel de la corona o la raíz), y la avulsión de un órgano dental.
La epidemiología de los traumatismos bucodentales señala una prevalencia mayor en niños de dos y hasta los 10 años, y los dientes con más afectación son los incisivos, centrales y laterales, superiores e inferiores. También en dentición permanente pueden ocurrir dichos traumatismos debido a factores como deportes de contacto o empleos de riesgo.
En general un simple duro golpe sobre un diente podría ocasionar daños importantes sobre éste, aún si no existiera una fractura, pero un traumatismo que logre dividir una pieza dental, ya sea horizontal o verticalmente, pone en riesgo la continuidad funcional de esta en boca.
La bibliografía describe que la avulsión de un diente es la separación de éste del alveolo, que es el lugar correspondiente del órgano dental sujeto por el hueso alveolar tejido periodontal que lo mantienen vital y funcional.
Cuando se produce la avulsión de un órgano dentario, el éxito del tratamiento depende mucho del tiempo en que transcurre hasta volver a reinsertar el órgano dental, el cual no debe de extenderse de unas pocas horas para realizar el reimplante.
Aparte del tiempo los aspectos a considerar para el éxito del tratamiento son los medios de transporte de la pieza dental, para esto lo más aconsejable es meterlo en leche, solución salina, y hasta la propia saliva (mantenerlo debajo de la lengua es la mejor opción), y muy importante es no limpiarlo o lavarlo luego del desalojo, pues se estaría dictando un total fracaso para reposicionarlo adecuadamente.
Una vez se acude con el profesional odontólogo, el cual es el indicado para realizar estos tratamientos, se debe ferulizar el órgano dental reimplantado y, con visitas periódicas durante un año, se debe mantener en observación clínica con ayuda radiográfica, pues aún así existe la posibilidad del fracaso.
Otro aspecto de suma importancia en los traumatismos dentales es observar que no exista daño en el hueso alveolar mediante una radiografía, ya que ésta es una condición negativa para el éxito de reinsertar un órgano dentario.
En conclusión, luego de un traumatismo dentario es importante acudir rápidamente odontólogo para un diagnóstico y evaluación precisos, correcto tratamiento para limitar o remediar los daños, pues la pérdida de un órgano dentario, sin importar la causa, conlleva a consecuencias de otras índoles que son tan importantes como mantener una óptima salud bucodental.