*
Dibujé un triángulo sobre mi vientre
mientras dormía.
Desperté sola
con tu recuerdo dentro de mí.
Hay un deseo de sentirte latir
aún muerto.
Dibujé un triángulo de noche
con mis manos
tratando de alcanzarte.
La terapeuta dice que debo nombrarte.
No sé hacerlo.
No me siento capaz,
aún,
de buscarte,
encontrarte,
de dolerte.
Pedirte que te quedes.
Al menos una parte de ti.
Al menos un punto.
Porque te sueño incompleto.
No tienes manos,
no tienes rostro,
ni ojos amielados.
No tienes risa,
ni cuerpo sobre mi regazo.
No tengo nada.
Quedo yo,
inventando
aquel símbolo
del génesis
donde comienzan tus rasgos,
tus formas,
tus gestos,
tus lágrimas
y tu voz.
Sólo puedo verte así:
un destello
en el mar oscuro
que fue mi vientre,
que no fue tu casa.
*
Vidente
Un día escribirás
sobre mi cuerpo
todo lo que ya no puedo hacer.
Estaré bailando
entre las hojas de los árboles
que caen
y no podré decir tu nombre.
Las letras intangibles escapan.
Pero habré cruzado el límite.
Desde adentro de tus ojos
lo veré de nuevo
al mundo
cayéndose
desde un segundo piso
rompiéndose,
rompiéndonos.
En tus huesos
rotos
o enteros
voy a estar.
*
Descubríamos apenas el polvo entre las manos:
la pérdida.
También la sangre en las rodillas y a la vida corriendo
sin descansar.
Jugando me construí un ropero adentro
para guardar tus secretos aquí,
en esta ventanita con espejo y llave.
Creí que siempre sería una niña.
Me detuve a rezar:
mal augurio.
Ya no sé guardar silencio.
Tiene palabras el reflejo
que arden mientras te las devuelvo.
Mis manos ya no juegan entre las tuyas.
Muy bellos poemas ✨