Por Marco Alexander Hernández González
Eres el universo encarnado
Esa forma física de algo tan maravilloso
Tan llena de vida
Con una belleza inmedible
Inmensurable
Con esos ojos oscuros como la intimidad de la noche
En la piel llevas tatuadas las constelaciones
Tu sonrisa brillante como el mismo sol
Tus manos tan suaves como la brisa
Tu imponente forma de ser
Tan imponente, como una lejana galaxia
Así como me quedo inmerso al universo, lo hago contigo
Pues brindas abrigo a mi alma y calor a mi corazón
Tan cercana y a la vez, inalcanzable
Tu presencia, me asombra
Me enamora
Me asusta
Cualquier contacto contigo me devuelve en un momento la vida
A tu lado soy el todo y la nada
Tan perfecta dualidad y a la vez, tan dolorosa
Pues si lo vemos de alguna otra manera
Eres mi todo
Y yo, soy tu nada.