GIBRÁN ALVARADO
[email protected]
Después de un merecido descanso, regresamos con las retro reseñas cinéfilas, en esta ocasión, decidí adentrarme en la filmografía de la cineasta Sofía Coppola. Este acercamiento fue a ciegas, no había visto ninguno de sus filmes y considero que esta columna, además de ser una ventana para que el lector se asome a las películas comentadas, es un espacio que me ayuda a indagar en directores de los que desconozco su trabajo. A partir de ello, empecé por lo más sencillo, el aspecto cronológico, de ahí que esta semana escriba sobre Vírgenes suicidas (1999), primer trabajo de Coppola en la dirección y basada en la novela de Jeffrey Eugenides.
El narrador omnisciente describe los sucedes, al inicio, en un presente que después va al pasado, específicamente, 25 años atrás. Describe a las 5 mujeres que serán los personajes centrales de la trama: Cecilia, Lux, Bonnie, Mary y Therese, las Lisbon, unas señoritas, hijas de una pareja muy religiosa y conservadora. A partir de esta “cerrazón” por parte de los padres, la primera de las hijas tiene un primer intento de suicidio y, a partir de ello, los progenitores intentan que las jóvenes se inserten, poco a poco, en la vida social “normal”, para ello, organizan una fiesta en la que la pequeña Cecilia se lanza por la ventana y muere.
Este suceso desencadenará muchas conjeturas de la gente y hará más evidente la religiosidad de los padres puesto que acuden al sacerdote del sitio y pareciera que en el entorno el suicidio se ve como un pecado grave y podría ser causante de un oprobio generalizado. Estas hermanas que han ido creciendo en el ostracismo familiar son el deseo y la sensación en el vecindario y en la escuela, pues muchos de los jóvenes pretenden indagar en sus vidas.
Los acontecimientos detrás del suicidio de la pequeña Ceci evidencian un problema y la familia Lisbon pretende ser más abierta, así que permiten, después de muchas inquietudes la asistencia de sus hijas a un baile escolar (ahí estará su padre pues es profesor). Es ahí donde el filme evidencia las peripecias del amor adolescente, fugaz, ese que propiciará castigos y encierros. Esta parte me hizo recordar el sinfín de filmes sobre la adolescencia y sus problemáticas: drogas, música, incomprensión, pugnas internas y demás focos de atención que quizá en nuestros tiempos empiezan a tomar relevancia, lo cual es importante pero no hay que olvidar que la peli se desarrolla en los años 70, una época más avocada, en ciertos sectores, a una cerrazón como la de los Lisbon. Estos padres “a la antigua” propiciarán la caída de sus queridas hijas.