Por Itali Heide*
Quizás Yucatán sea comúnmente reconocido por playas de arena blanca y la vida al mar, pero en esta ocasión, el enfoque es otro. Aquí, en los olvidados municipios de Panabá, Sucilá, Buctzotz y Temozón, la batalla por la atención sanitaria accesible y la vacunación universal continúa, dejando a los más vulnerables a merced de enfermedades prevenibles.
Durante quince implacables días, brigadas médicas de Medical IMPACT atravesaron terrenos traicioneros y superaron obstáculos para llegar a las regiones de difícil acceso en el estado e hicieron su labor, ofreciendo apoyo médico a quien lo necesitara.
En medio de la lucha por la supervivencia, los riesgos que detectan los médicos y voluntarios dan escalofríos: la alza de enfermedades prevenibles y la falta de acceso a la vacunación han dado lugar al sufrimiento de niños, niñas, personas vulnerables y adultos mayores.
Esta flagrante realidad refleja la necesidad imperiosa de una amplia cobertura de inmunización, ¿cómo es posible que las enfermedades prevenibles sigan cobrando vidas en este siglo?
Por más que un programa de vacunación gratuito, comprensivo y completo exista en México, el acceso a estos servicios y la desinformación que los rodea sigue siendo un obstáculo que previene su cobertura completa, especialmente para los que viven en regiones remotas y desatendidas.
La misión en Yucatán es un claro recordatorio de la acuciante necesidad de programas sanitarios integrales y estrategias de vacunación eficaces en las regiones vulnerables, y desafortunadamente, es sólo un ejemplo de las miles de comunidades en México que se encuentran en peligro por una latente crisis de vacunación.
El equipo de Medical IMPACT, junto con The People’s Vaccine Alliance, trabaja arduamente para crear un futuro en el que todo el mundo pueda acceder a vacunas y tratamientos médicos que salvan vidas. La vacunación universal no es sólo un sueño lejano; es una necesidad que puede salvar vidas y proteger a las comunidades de las garras de enfermedades prevenibles.