JUAN DIEGO CABRAL DE LA TORRE
A lo largo de los años, la tecnología se ha vuelto un elemento cada vez más presente en nuestro día a día. En el campo de la medicina ha significado un gran avance la implementación de las tecnologías, siendo una de las más importantes los robots, los cuales a lo largo de este texto se analizarán en el campo de las cirugías remotas y si estos han llegado para bien o para mal, con el riesgo de reemplazar a un cirujano humano.
Antes que nada, hay que definir lo que es un robot: se le llama robot con ingenio electrónico programable que es capaz de manipular objetos y realizar diversas operaciones (RAE, 2024). Esto quiere decir que un robot puede manipular, es multifuncional y programable, lo cual lo diferencia de una máquina automática y, a su vez, puede realizar diferentes tareas simplemente dándole instrucciones (normalmente con un código de programación) para hacer cada cosa que le pidamos.
La multifuncionalidad, entonces, implica una versatilidad basada en el diseño que se le dé al robot, permite imitar toscamente la mecánica humana, posibilitando que se pueda utilizar robots en casi cada tarea manual (física) que realice el ser humano. El único problema con esto es que para darle una nueva instrucción al robot para hacer una tarea diferente se requieren sensores adecuados, la adaptación de las herramientas del robot y la programación de éste. Pero el hecho de que sea difícil no quiere decir que sea imposible; es por tal razón que cada vez implementan más robots al área de la medicina, permitiendo que en la actualidad haya robots con capacidades humanas, que realicen cirugías (Gongola Florián y Rengifo, 1998).
En la actualidad, que un robot realice una cirugía conlleva muchas implicaciones tanto positivas como negativas; aunque, al tener cada vez más avances, son más las cosas positivas. El poder manejar un robot de este tipo requiere de un médico especialista y capacitado, ya que éstos se manejan remotamente.
Una de sus ventajas es la precisión con la cual se pueden realizar las cirugías, pero para esto el especialista debe conocer perfectamente la cirugía por realizar, ya que también hay una gran desventaja, la cirugía, al ser remota, hace que el cirujano pierda el tacto, que es algo fundamental en la cirugía, ya que en muchos lugares se estaría a ciegas por no tener tacto. Para resolver esto se utilizan cámaras desde muchos ángulos que apoyen al cirujano y, a su vez, que también puedan observar el entorno, ya que se necesita personal de apoyo en caso de algún imprevisto.
Para concluir, es necesario señalar que, en el año 2024, se realizó la primera cirugía remota entre continentes: un cirujano en Roma operando a un paciente en Beijing, a más de 8,000 kilómetros de distancia (La Nación, 2024). Esto ha significado un gran avance en estas tecnologías, que, a mi consideración, han llegado para quedarse, y será algo más que beneficioso para la medicina.
Por el momento, es necesario que un cirujano manipule el robot, pero tal vez en muchos años más ya no se requiera de un cirujano. Desde mi punto de vista, faltan años de evolución en estas tecnologías para poder verlo de manera cotidiana, así que, por lo pronto, seguiremos necesitando todos los cirujanos que sean posibles.
Referencias
Real Academia Española. (2024). Robot. Revisado el 7 de agosto. Disponible en: https://dle.rae.es/robot
Gongora Florian, M. y Rengifo, G. (1998). Control de robot manipulador por telemando en cirugía remota. En Revista de la Universidad Santa Fe de Bogotá. Julio-diciembre. Recuperado el 7 de agosto. Disponible en: https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/iyu/article/view/34064/25798
La Nación. (2024). Realizan la primera operación a distancia con el medico y el paciente en continentes diferentes. Disponible en: https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/historico-realizan-la-primera-operacion-a-distancia-con-el-medico-y-el-paciente-en-continentes-nid18062024/