Miriam Serrano
La semana pasada se presentaron varios eventos dignos de comentar, sobre todo por la trascendencia que tienen en el rubro de la seguridad pública, por supuesto que me refiero a la designación del Fiscal General de Justicia del estado, Cristian Paul Camacho Osnaya, y la presentación de resultados del Plan Zacatecas II, en el que se pregonó una y otra vez la disminución de hechos delictivos y de homicidios dolosos.
Del fiscal no tiene mucho sentido abundar en el tema, pues ya lo abordé hace algunos días, habrá que ver cómo inicia su función y qué cambios de fondo irá realizando poco a poco.
Pues bien, nunca se le ganará a las estadísticas y menos las que son presentadas a modo, pues no sé si todos se percataron de que los números presentados por la Secretaría de Seguridad Pública distaban de los presentados por la Fiscalía General de Justicia del Estado, tan sólo en materia de homicidios dolosos y así con otras más.
Independientemente de los números, lo que sucede día con día supera y por mucho “esas buenas intenciones de pacificación”, así que sí, la sociedad tiene otros datos, los que viven a diario y si no me creen basta ver qué pasó ayer por la tarde: en la carretera federal número 23, a la altura de Jerez, una camioneta fue robada con lujo de violencia, por fortuna el conductor la libró, pero lo dejaron sin nada; además, en la carretera a Río Grande presuntos delincuentes tiraron varios artefactos conocidos como ponchallantas, afectando varios vehículos que, por supuesto, cuyos dueños no recibirán ningún apoyo por parte de las autoridades, al cabo que la mayoría están asegurados.
Y si ello no es suficiente, pues hay que recordar que justo el día que se dio la inauguración del Festival Navideño “Celebremos con Alegría” en la capital del estado con la presencia del mandatario estatal, un par de horas antes, el director de seguridad pública de Fresnillo, Antonio Soledad Pérez, junto con uno de sus escoltas, otro oficial, Gerardo Aquino Martínez, fueron asesinados en una emboscada, además de un civil llamado Omar que le tocó la mala suerte de quedar en el fuego cruzado y morir en el lugar y un tercer elemento que resultó gravemente herido y murió este sábado, sumando así 32 oficiales caídos en lo que va de 2023.
Entonces, pues como ya se tenía programado el inicio del Festival Navideño, el homicidio del titular de la corporación y su escolta no fueron motivo suficiente como para diferir el magno evento o, bien, que alguien más acudiera y no el gobernador, “no le saben”, eso no muestra responsabilidad y compromiso, sino insensibilidad y falta de empatía para con los deudos y la propia sociedad que estamos inmersa en el temor, la zozobra y la impotencia de encontrarnos en una situación de indefensión.
Los hechos delictivos siguen día con día, por más estrategias de pacificación, por más numerología y manejo de estadísticas, nuestra realidad aplasta, no nos permite olvidar ni siquiera por un minuto lo que podemos sufrir si nos llegamos a encontrar en el lugar y momento equivocados, no hay números suficientes que cambien esa realidad… AL TIEMPO.
Mi comentario va en el sentido de que las autoridades no tienen idea de cómo parar la violencia que existe a todo lo largo y ancho del estado. Pero son implacables con la persona común. Hace algunos días me detuvieron agentes de tránsito (sin dar un motivo del porque) y me amenazaron con quitarme mi vehículo porque no había pagado el año en curso del impuesto vehicular y sin mediar más me OBLIGARON a pagarlo en ese momento sin importarles si tenía o no dinero. Con la gente del pueblo son implacables, pero con los delincuentes ni siquiera los voltean a ver.
Efectivamente vivimos una realidad que dista mucho de los discursos, que por demás llenos de mentiras y lo que nos falta. Sin duda personajes perversos, soberbios y nefastos.