Pan de nata
Mi estadía en el psiquiátrico en realidad fue muy corta
como para hablar aquí de locura.
Un psiquiátrico no es lo que se cree.
Ni camisa de fuerza,
vaya, ni aventarse contra las paredes.
Eso sí, aburrirse mucho. Muchísimo.
Estar acostado la mayor parte del día
y mirar por la ventana a los demás internos en el patio,
que —oh, sorpresa— parecen gente normal
que han salido solo a tomar un poco de sol.
Leí poco, no siempre cosas buenas:
a veces una revista de chismes dejada al alcance de mi mano
por una enfermera distraída.
El resto del día estudiaba facciones en los rostros de los internos
y me preguntaba qué trastorno estaría pasando aquel, cuál el de allá.
Los fines de mes mamá me llevaba pan de nata,
yo lo compartía con un interno en particular con quien hice amistad,
decía escuchar una voz que le ordenaba cortarse,
creo haberla escuchado una vez.
Me sentí bien cuando me dieron de alta,
ese mismo día fui a comprar libros.
He leído sin descansar hasta el día de hoy.
Es muy fácil caer en el aburrimiento que es otro tipo de locura.
*
Visita al consultorio médico
Una libélula ha entrado por la ventana
a la sala de espera,
lo sé no obstante estoy dormido,
también sé que la libélula se ha parado en la nariz de una joven
que también se ha quedado dormida
en espera de su turno de pasar a consulta,
mi sueño es profundo pero aun así logro ponerme de pie
para acercarme a la joven y de su nariz
coger la libélula con cuidado,
la libélula es pequeña y no opone ninguna resistencia
entre mis manos hechas cuenco,
la llevo así hasta la ventana y la suelto fuera,
después cierro la ventana y vuelvo a ocupar mi lugar
no sin antes acomodar mi suéter a modo de almohada.
*
Manzana en tu mano
Mucho se ha escrito de la manzana,
no así,
como fulgor alumbrándote la boca;
descansando después en tu mano:
no así,
llevándotela de nuevo a la boca;
su sabor fresco,
su jugo bajando por tu barbilla.
Las semillas solas después,
luminosas.
Poemas incluidos en Pasear al perro envuelto en llamas, editado por Sangre Ediciones.
Fabricio Gutiérrez ha sido acreedor del Premio Iberoamericano Poesía
Minerva Margarita Villarreal 2023.